Para cuando llueve
Ahí viene el agua, !al fin!.. Espero que a quienes ya no sienten lo duro sino lo tupido de la tempestad y no se hincan, les caiga bien un poco de frescura.
Yo quiero sumar una gotita salada (salada, pero como dicen los gachupines) al charco comunitario, antes de ir por la provisión de bebestibles. Una nunca sabe.
Lacrimatorio
Por Javier Cuervo
Se ve cada drama por la calle -la mujer que llora sobre un café amargo, el hombre que discute con nadie en un banco público, las búsquedas tristes en las plantas de oportunidades, los desplomados por el móvil- que una sociedad avanzada demanda un nuevo tipo de locales públicos donde atender estas emergencias privadas.
Es mejor salir de casa llorado y discutido pero como hay gente a la que le entra el apretón donde menos espera, con una lata de mejillones en la mano en mitad de un pasillo del súper, no sobrarían entre las instalaciones de la ciudad una sala para soliloquios, un locutorio donde enloquecer, un excusado para cagamentos, una comisaría para denunciar chantajes sentimentales, un taller preocupacional, una calle de grava para agravios, una feria de furia, un restaurante frío para las venganzas y otro para pagar los platos rotos, una capilla para los «vaya por Dios», una malatería para los malos días, un despacho para los despechos, algo... aunque sea un garito para gritos.
Algunas cosas son verdaderamente baratas. Una lápida vacía en el cementerio a la que acudir a llorar por nosotros mismos. Un lacrimatorio público en el centro de la ciudad, bien abastecido de kleenex. Bastaría amueblarlo con un asiento sobre el que desplomarse o una esquina contra la que gemir, un espejo en el que recomponerse después del último hipido, un dispensador de colirio y un aspirador de suspiros.
Hacen falta soluciones colectivas -que tendrían muchos usos- para tantos problemas íntimos porque si no la carga recae sobre las soluciones privadas y las familias ya están bastante achuchadas como para cargar con los gastos de los disgustos que provocan o sufren.
No se remojen mucho, porque se oxidan.
(La foto, como casi siempre, es del Madoz).
9 Comments:
Acá no llueve, las noches son claras y los días soleados.
Pero se acerca la Luna llena, Brujas, pidan por el perro solitario en la serranía.
Usté nomás siga el llamado de la sierra, querido perrito.
aúllele fuerte y ya deje de estar jodiendo con la soledad,
que es el estado ideal. Neta.
besos remojados
pues yo, como buen chilango, les ofrezco una banqueta para darnos un banquete, que el agua ardiente ya nos cayó del cielo...
Besos puestos a secar mi querida Loba...
La sierra me llama y me abraza y me escupe y me vuelve a hacer el amor.
La soledad es solo momentanea, al igual que la compañía.
Acá ya llovió.
Loba estoy instalando el alambique en la casa para hacer el mezcal. Nomàs tu te consigues los gusanos...
Muà
Beso
ya van los gusanos en camino... con todo y perro.
Jotkeik!, ya se le va viendo color al akelarre.
Alambique pa la pócima, izcuintle, gusarapos...
música macabra para apantallar, brujas...
(esto parece película del Santo)
Ya nomás falta la botana! Ok. cada quien escoja su víctima.
PD. Que nadie me pida donar mis faldillas, rebozos o collares para donarselos a nadie!
pos llevo tambien chapulines enchiladitos...
Mmmmmhh, yomi yomi.
Perrito: te voy a regalar un huesito de carnaza de búfalo pinto y un freezbee pa ti solito.
Cuando le caes con tu tambache de promesas de campaña?
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