10 mayo 2005

Elogio del punto P


Para que dejen de hacer pucheros algunos queridos XY, que se quejan porque esta lobita los zarandea un día sí y otro también, aquí les va algo que les almidonará el ego.

Un monumento a sus más delirantes fantasías: el de Victor Noir, quien fue un polluelo periodista del siglo 19 (1870), muerto en un duelo por haber criticado a un pariente de Napoleón III (¿les recuerda algo esto, mis amados tundeteclas?)

Bueno, el caso es que el escultor lo inmortalizó tal como cayó: !en posición de firmes!

Nadie se acuerda ya de lo que su pluma decía, pero tiene un club de fans inmenso... por el lapicito que abulta su frontis.

Ya quisieran Gardel, Pedro Infante y otros galanes tener tantas visitas y flores en su tumba ... y tantas resobadas. El resto del monumento se ve súpercochambroso, pero lo que es el punto P está siempre rechinando de limpio. A la foto me remito.

Para quien se interese en ir a darle una pulidita al promontorio de la criatura, lléguenle al cementerio Pere Lachaise de París.


PD. Danzón dedicado a mi comadre la Rodartita, que tiene instalado el mejor blog de tortas y torteadas de la comarca (www.ivaginaria.blogspot.com ).

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2 Comments:

Blogger Alma Ramírez said...

Debe haber otro modo de ser humano y libre. Otro modo de ser…Rosario Castellanos

jueves, mayo 12, 2005  
Blogger Pablo Perro said...

Antes se sabia morir de buena manera, no que ahora...

jueves, junio 09, 2005  

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