La disidente

Una de mis características es caerle mal a mucha gente. Algunos me encuentran adorable o de plano me sacan la vuelta o me detestan. No hay medias tintas conmigo. Dicen que soy rara, excéntrica.

Excéntrica. Fuera de centro, literalmente. Por comparación, eliminación y contraste, creo que la dislocación proviene de no creer en lo mismo ni pensar como la mayoría, no hacer, no aceptar, no formarte en la fila de sus expectativas.

Acrata, atea, majadera, inquisitiva, inteligente, con magnífica memoria, adoradora de los pequeños y grandes placeres; no como picante y duermo a la hora en que los otros se levantan. Mis amores son breves a veces, largos en ocasiones, siempre muy intensos. Casi nadie sabe dónde vivo. Parece que estoy presente, pero no siempre estoy ahí, aunque me veas. Me encantan las fugas.

Me defiendo con mucha eficiencia cuando me joden, me voy sin avisar, nunca estoy cuando me necesitan. No me gusta que me interrumpan cuando estoy soñando. Soy sigilosa para muchas cosas, escandalosa para muchas más.

No acato órdenes, no me dejo entrenar, me baño cuando no hay más remedio. Me gusta que me acaricien, pero sólo cuando y como yo quiero. Soy muy cariñosa, cuando me da la gana. Tengo siete sentidos y una sola vida, silenciosa pero muy muy intensa. Me oriento perfectamente en la oscuridad y escucho lo que otros no oyen. Intuyo todo el tiempo, adivino las dobles y triples intenciones, me encanta el doble sentido y las situaciones absurdas.

Me valen madre los aniversarios, cumpleaños, bodas y funerales. Evito a las multitudes y me aburre lo que todos encuentran divertido.

Creo que me gustan la disidencia y la provocación. Y qué!