Paradojas

En México decimos que el miedo no anda en burro....



...y en Texas ya quisieran uno para salir corriendo.

El mes más cruel?

Dicen que el mundo perecerá a fuego o hielo.
Por lo que he paladeado del deseo,
me inclinaría a favor de lo primero.

Mas si el mundo tuviera que morir dos veces,
conozco tanto el odio como para decir que
al final, bastaría el hielo.

(Robert Frost. Trad. G.Elósegui)



Antes era abril .... ahora septiembre le arrebató el adjetivo.

DF



NUEVA YORK



NUEVA ORLEANS



NIGERIA



...la novedad es que el peor de los desastres... no es tan natural:



(jejeje, un aplauso al editor que olvidó entrecomillar la cita y dejó en evidencia esa verdad del tamaño del mundo. Lean con cuidado la frase de la foto)

no hay mar que por bien no venga, ni ONU que lo resista.

Dejándose llevar

La noche del viernes fue muy soft. La mitad del brujerío decidió que era momento de hacer otra cosa que escuchar los mismos chistes, ver las mismas caras y beber lo mismo. Desertaron o simplemente no llegaron y nos quedamos la Ramírez y yo bebiendo una botellita de licor de manzana. Dense cuenta de la bucólica paz que nos invadía.

Hablamos, entre otras tantas cosas, de la falta de novedades interesantes o escandalosas. Y hete ahí que cuando nos retiramos, más con sueño que otra cosa, nos topamos de buenas a primeras con un tipo que caminaba completamente en pelotas a dos cuadras de la Macroplaza. Feliz el cuate, bamboleando sus caniquitas en una noche en la que no hacía frío ni calor.

Cómo andarían nuestros apaciguados humores, que a la Brujis y a mí más bien nos dio ternurita. Nada de risas ni de soltar la jauría para madrearnos al criaturo. Porque el cuate no parecía hacerlo por provocar y tampoco se veía beodo. Iba como quien de pronto siente que le estorba el saco y se lo quita.

El rollo es que el tipo iba caminando derechitito rumbo a los madrazos, a palacio de gobierno, que como ya se sabe está rodeado de dobermanes. Se lo iban a putear necesariamente, porque no traía encima ni una medallita.

Nos preocupamos, pero ni modo de llevárnoslo a la casa. Se veía tan feliz. Sólo se dejaba llevar por su impulso liberador, sin importarle amanecer en una celda. Chin, ojalá no le hayan dado muy duro.

Lamenté no traer conmigo la cámara, porque junto a su desnudo, éste de Pedro Infante en canicas que me mandó la Pato para imprirmirlo en unas sábanas, ya me parece pura pose.

Junto a esta aparición también nos topamos con otra, la de una mendiga que dormía sobre un montón de bolsas en las que guardaba sus hallazgos en los botes de basura. Sus labios estaban pintados con una sonrisa de color naranja vibrante y traía colgados varios collares. Antes no veíamos por las calles a tantas mujeres como ella.

Algo está cambiando. Tal vez nosotras.

La ciudad de la Aurora

Creo que cada vez más confirmo mi deseo de volver a la dimensión desconocida donde las pequeñas cosas son importantes.

Por ejemplo vivir en un lugar tan pequeño, donde seas capaz de conocer por su nombre cuando menos a la mitad de la gente que te rodea. Donde si cae o sube el agua, cunde el fuego, se abre la tierra o llega un remolino y te levanta el techo, exista la certeza de que tú y l@s otr@s harán lo imposible por que cada un@ siga en pie cuando todo pase. Pues sí, la utopía que vuela siempre como mosca sobre el cadáver de nuestros sueños.

El gran error está en la desmesura, en perder la dimensión de nuestra enana humanidad. Ya lo dije en un post hace días, aunque sonara a burla o crítica. Lo magn(e)abundo nos condena.

Hay intentos, si no soy la única que anda con sus utopías. Uno de ellos me parecía interesante allá en mis épocas comuneras. En los sesentas, ese proyecto se promovió como un experimento sociológico, antropológico y todos los ógicos que se les ocurran. Sonaba delicioso. Auroville: una ciudad de no más de 1,500 habitantes, autosustentable, etc. etc. Pero quedaba muuuy lejos. En la India.

Hoy que me acordé de ese proyecto me puse a buscarlo para ver si había funcionado aquel sueño loco.
Y sí, ahí está... pero aquello que iba por el lado experimental de convivencia humana de pronto....

Bueno, pásenle por este link o pongan Auroville en su buscador y luego me cuentan sus impresiones.

http://www.auroville-international.org/avies/avitra/1situacion.html


PS. Por cierto, si alguno de mis tres lectores me puede decir cómo y dónde moverle para poner el "píquele y entre" para ligar otros sitios dento del post, le pongo un monumento. Una ayudita para esta ignorante de esos conjuros pusmodernos, por el amor de Blog.

El blues de ahi viene el lobo

En enero de 2005, cuando aún no se secaban los charcos del tsunami del sureste asiático, escribí para la Revista del Barrio un texto que decía:

De estreno
Producciones Natura prepara más y mejores espectáculos. Cuando alguien grite: ¡aguas! no preguntes: corre. Todavía no lo hemos visto todo.


Durante casi cien años, al grito de !ahí viene el lobo!, el Big Brother acondiciona a su pueblo haciéndole vivir cada año la espectacularidad de la catástrofe en forma de armagedones, termineitors, kinkones, aliens, marcianos, meteoritos desorbitados, glaciaciones, marabuntas, guerras hipergalácticas y ataques terrorríficos a cargo de ensabanados barbudos y ojerosos.

De estas contingencias es posible salvarse gracias a la intervención de rambos, robocopes, hansolos, detectives, bomberos y bombarderos, superhéroes de toda calaña y ese indeclinable espíritu insuflado por el Gran Diseñador Holly, Holly, Hollywood. La taquilla es el Paraíso y Spielberg es su profeta.

Ahora sí vino el lobo. Al ver caer o hundirse torres, casas, vidas, la supermanidad ahogada en lodo, manotea y se enfrenta a la huracanada realidad. Ya no hay diferencia entre los ateridos indonesios y all that jazz. La muerte y la estupidez nos igualan con el mismo rasero.




Katrina y La Catrina.

En septiembre de 1985, el terremoto del DF nos dejó igual de pasmados.
Pero en las primeras horas que siguieron, "hubo un rotundo Nuestro" (es una línea de un poema que escribí entonces, después se los comparto). De los escombros de ese Nuestro, de esa cercanía con la Catrina, (nuestra querida muerte mexicana, para que se ubiquen los de extranjia que anduvieren perdidos por aquí) sacamos algo bueno. Surgió la semillita de lo que ahora llamamos sociedad civil. Luego también hubo rapiña y desmadre, cuando pasó el susto inicial. Pero nada fue igual después de esa fecha.

Ahora, en Nueva Orleans, Alabama y Mississippi pasa un poco al revés. Ante esta Katrina, no veremos cadáveres en la pantalla, porque la muerte real para el Big Brother debe ser aséptica y distante, a menos que se trate de una superproducción. En este caso, el gore aflora impúdico: mientras más tripas, mejor. Aquí la rapiña ya empezó casi el mismo día y los malandrines anda echándole plomazos a los helicópteros de los rescatistas. El sueño del gobierno americano de poner un tanque en cada esquina, es la cereza de este ice cream. No tardará en llegar Katrine a la pantalla, corregida y aumentada.

Pero aún guardo la esperanza de que en ese Old Man River revuelto, que ha acunado los más sublimes blues, quede todavía un gramo de conciencia para que le recuerden al creacionista-presidente: con Super Producciones Natura no se juega.

De bajo impacto

Cuando nacemos, nos regalas notas,
después un paraíso....(*). artificial

y luego... te regalas todo entero (*)
en el escorzo que dibujan tus hijos dormidos en un sillón, mientras tú y yo y nosotros tu clan nos embriagamos y abusamos de tu paciencia erigiéndonos en testigos de cargo, fiscales y jueces en esa parodia que sólo alguien como tú puede soportar:
La de los y las perrodistas que no podemos dejar, ´este sí, el más viejo oficio del mundo, consistente en cuestionar, medir, , inducir, husmear, vivir contra, de, desde, hacia, para por, sin sobre tras, imaginando, jugando, lamiendo, llorando, muriendo, naciendo, obrando, pecando, quejándonos, resistiendo, y a pesar de. todo con ellas.. las palabras, las imágenes, los sueños.

Mi hermano del alma, el elegido, gracias de nuevo por compartir los afanes, las deudas, los logros, la vida... como hasta ahora. Como siempre, a dúo y de bajo impacto.




Te abrazo tan fuerte como el amor que nos ha hecho compartir tanto y tanto.
Feliz cuarentena. La vida apenas comienza.

Salud.

PS. Hoy es fiesta privada, como podrán darse cuenta. (*) En honor a la nostalgia, tan apreciada por mi hermanito, estas líneas se las he robado a Ramón López Velarde, un cuate que casualmente es uno de Los Poetas que podemos presumir. Fíjate que suave! (chistes todos locales).